9 jul 2011

Sugar, ¿la mujer caída?

"Me llamo Sugar. Soy lo que se llama una mujer caída, pero les aseguro que no caí, me empujaron. Vil hombre, eterno Adán, ¡yo te acuso!"

Cuando Comencé The Crimson Petal and The White lo único que había leído sobre ella era lo maravillosa ambientación, el colorido de su fotografía y la fascinación que producía una historia que combinaba momentos muy duros, bajos y sucios, con otros de gran belleza.
Como no eran pocos los que coinciden en destacar estos aspectos no podía dejar pasar la oportunidad de hincarle el diente a esta miniserie de tan solo 4 capítulos de la mano de la BBC. Volvía así a sumergirme en otra serie de época británica, pero en esta ocasión lejos de la opulencia familiar de Downton Abbey o de la misteriosa oscuridad de Bleak House, para entrar de lleno en los bajos fondos del Londres victoriano de la mano de Sugar, una de las prostitutas más famosas del lugar.
Junto a ella conoceremos el lado más sórdido del ser humano, pero también conoceremos la lucha por la supervivencia, la pasión y el amor.

La historia de Sugar es la de una prostituta que llama la atención de William Rackham y cala en él de tal manera que este no tardará en ponerle una casa para mantener una relación paralela con ella sin que su enferma esposa se entere.
¿Un poco Pretty Woman en el s.XIX? Pues nada más lejos de la realidad, porque ni Sugar es plana, ni William un bonachón perfecto, y aunque todo parezca idílico en un primer momento pronto se acaba la magia entre ambos, quedando Sugar a merced de su suerte como hasta el momento antes de haberle conocido.

Y hasta aquí puedes leer si no conoces a Susan en su papel de institutriz, porque si, fue en ese preciso instante en el que decidió meterse en casa de William cuando comenzó su declive, o más bien el de su relación.
"Donde tengas la olla no metas la..." decía el refrán, que debe ser posterior a esta novela porque sino no se entiende lla decisión de William de meter a Sugar en su propia casa, y más con su mujer y todos sus problemas en ella.
Que este es otro tema, el de la enferma esposa (fantasticamente interpretada por Amanda Hale, por cierto), quien por un fortuito encuentro cree que Sugar es su angel protector que la salvará de su particular calvario. Particularmente es una trama que me ha encantado, sobretodo por la ternura con la que Sugar trató en todo momento a Agnes (si dejamos a un lado que era la amante de su marido, claro) ayudándola a liberarse como si de su verdadero ángel se tratara.


Atendiendo a su propósito de educar a Shopie, Sugar fue poco a poco haciéndose con el cariño de la pequeña y ocupando por tanto un puesto más destacado dentro de la casa, creyendose interiormente hasta cierto punto la nueva señora de la casa tras la huída de Agnes.
Ilusa de ti, Sugar, porque nada más lejos de la realidad. William cada vez se mostraba más distante, atento a otras mujeres e incluso manteniendo sus aventuras, pero no fue hasta que vió el retrato de familia con su cara tapada por la foto de Agnes cuando se dio cuenta de que nunca podría reemplazas su lugar.
Decidió entonces perder al hijo que esperaba de él, pero por si aun no lo tenía suficientemente claro William la expulsó definitivamente de su casa sin ningún tipo de piedad al enterarse de que se encontraba embarazada.

Aun con todo, Sugar no estaba dispuesta a dejar todo atrás, todo aquello que tanto le había costado conseguir, y en un intento desesperado por encontrar la felicidad decide llevarse a la niña consigo.
Y así, con la perfecta escena final en la estación de tren, dejando atrás su pasado y con un libro en blanco que escribir por delante comenzará su nueva vida. "Mañana toca América".

The Crimson Petal and The White, sencillamente maravillosa.

2 comentarios:

satrian dijo...

No tengo perdón el no haberla empezado todavía pero de este verano no pasa, que para eso me la guardé en el desván.

9 de julio de 2011, 13:09
Atticus dijo...

Y más asombroso aún ver a Chris O'Dowd en ese papel después de haberlo visto en The It Crowd. O en mi caso al revés.

10 de julio de 2011, 2:54